El alto grado de
fracaso escolar se erige como el centro de todas las ideas sobre el problema de
la educación y engloba de una u otra manera a todas las demás. Dentro de los
países de la Unión Europea analizados en función del grado de fracaso escolar
que existe en los mismos, España es el país que tiene el mayor índice de
fracaso escolar. Esto es observable dentro del informe PISA que sitúa a España
en los últimos puestos de todos los países que forman parte del informe, aunque
realmente no es necesario irnos al informe PISA para enterarnos de esto ya que
es fácilmente observable en nuestro día a día. No podemos decir que el fracaso
escolar se deba a una sola causa en concreto, sino que este se da mediante la
influencia de diferentes factores. Tampoco puede generalizarse en cuanto a
estas causas, puesto que cada país y cada rincón de cada país muestra unas
características diferentes a que hacen único a este problema y hacen imposible
que se puedan realizar comparaciones.
Siguiendo con la diferenciación entre países, podemos ver claramente reflejado en el texto como los países del sur, en nuestro caso España, son los países que tienen un mayor índice de fracaso escolar, haciendo una comparación con los países situados más al norte de Europa. Un ejemplo que nos permite visualizar esta diferencia es el gran índice de fracaso escolar existente en España, que es el país más al sur de Europa, con respecto al caso de Finlandia, que representa un escaso fracaso escolar, considerando que tiene uno de los mejores sistemas educativos del mundo, teniendo en cuenta los resultados y la gran capacitación de sus alumnos.
Centrándonos por
completo en la parte del texto en el que se habla de la situación educativa española,
podemos ver reflejada nuevamente la situación de que el fracaso escolar se ve
acentuado en el sur con respecto al norte. Dentro de España, Andalucía y Murcia
son las comunidades con mayor tasa de fracaso escolar, a diferencia por ejemplo
de Navarra, que presenta un índice bastante más bajo con respecto a estas dos
comunidades sureñas.
Uno de los principales
factores por los que ocurre esto es la diferencia entre la cantidad de apoyos
económicos que reciben las comunidades autónomas en concepto de ayudas a la
educación. Podemos ver claramente en el texto, mediante la aportación de datos numéricos,
que las comunidades del norte reciben más ayuda económica que las comunidades
del sur. Volviendo al ejemplo de las comunidades citadas anteriormente citadas,
Andalucía recibe menos de la mitad del dinero para temas educativos que
Navarra. Esto nos hace pensar que el dinero reservado para la educación en
España no está bien repartido. Andalucía siempre es el centro de las críticas
en cuanto a la educación que se da en nuestra comunidad, pero también es verdad
que somos la comunidad que menos dinero recibimos en concepto de ayudas
educativas. Y este puede ser un factor bastante importante a considerar al
hablar de las causas del alto índice de fracaso escolar.
Pero las ayudas
económicas no son la única solución al problema del fracaso escolar, puesto que
el aumento del gasto de dinero para solucionar el problema del fracaso escolar
no garantiza unos mejores resultados en este aspecto.
El hecho de que un
mayor gasto de dinero no garantice un menor índice de fracaso escolar está
relacionado con la idea de que el problema puede estar en una falta de las
capacidades básicas de los alumnos. Es decir, si el problema real es el segundo
que acabamos de nombrar, un mayor gasto de dinero no solucionaría nada, si este
no se emplea de manera correcta y no es repartido y manejado por alguien que
realmente sepa lo que está haciendo y tenga en cuenta las necesidades del
centro y del alumnado. Este es un problema muchísimo más presente de lo que
creemos puesto que el dinero casi siempre suele ser empleado en aspectos
superficiales para el centro, que no resultan ser una mejora para el mismo y no
influyen para nada en la consecución de competencias que el alumnado debe
llegar a conseguir.
Esta falta de
competencias básicas en el alumnado es un problema real, el cual hemos podido
ver de cerca cada uno de nosotros. ¿Cuántas veces hemos escuchado que a
bachillerato había que llegar hablando inglés perfectamente? ¿O que en el
instituto hay que tener ya una comprensión lectora? Si nos paramos a pensar en
estas dos preguntas, ninguna de ellas se cumple en la mayoría de los casos.
Aunque todos los profesores, directores, jefes de estudio u otros altos cargos
educativos se empeñen en ello, la realidad es muy distinta. Por lo tanto,
podemos decir que el alto grado de fracaso escolar no está tan relacionado con
las ayudas económicas recibidas, aunque tampoco podamos decir que no tiene
ninguna relación, y sí puede estar más relacionado con esa falta de
competencias por parte del alumnado.
Aunque nos centremos en
el concepto de fracaso escolar, nos parece también importante resaltar el alto
grado de abandono escolar existente en nuestro país. Aunque abandono sea un
concepto diferente al de fracaso, puesto que no implica llegar hasta el final y
no conseguir el objetivo propuesto, también resulta ser un fracaso para un
sistema educativo que no es capaz de motivar lo suficiente un alumnado que no
encuentra el sentido ni ve el futuro dentro de un aula. Otro aspecto que esta
fuera del fracaso escolar es la tasa de idoneidad existente en España, que
refleja los alumnos con edad que están en el curso que les corresponde. Es
observable que con el paso de los años y a medida que se avanza en los cursos
esta tasa es mucho menor de la que debería ser conveniente.
La política también se
erige como uno de los problemas dentro del asunto del fracaso escolar. Tratamos
a la política como un problema, puesto que aunque no sea un problema en sí, sí
que ha supuesto un problema a la hora de gestionar la educación en nuestro
país. En primer lugar, es observable el hecho de que cada vez que nuestro país
cambia de gobierno, ya sea cambiando también de partido político o no, las
leyes que regulan nuestro sistema educativo también son modificadas a cada
momento. El hecho de que no se confíe en una única forma de actuar en materia
educativa, no permite que se pueda aprender de los errores cometidos y así
poder ir modificando solo pequeños aspectos que no funcionen. Esto nos
demuestra que en nuestro país es muy importante la ideología política bajo la
cual se gobierna al resto de ciudadanos. Demostrando que una buena educación
para los ciudadanos no es importante para ninguno de los políticos. Por lo
tanto, podemos decir que existe una falta de constancia y de confianza con
respecto a los sistemas educativos que se implantan en España y con respecto a
las leyes que los regulan.
El cambio de leyes
educativas cada vez que un partido político accede al poder es un grave
problema para el índice de fracaso escolar, que en 10 años no ha parado de
subir. En estos mismos años las leyes educativas han cambiado en 4 veces, lo
que deja ver que uno de los principales problemas que tiene el sistema
educativo español es la poca continuidad de ley educativa. Aquí podemos ver que
el problema no reside en los alumnos ni en los centros educativos, sino que el
problema reside en las ideologías políticas, que prefieren un rebaño de ovejas
que les sigan a ciudadanos plenamente formados y educados para una vida en
sociedad.
En otros países, la
política no está tan relacionada con la educación. Es decir, las decisiones
políticas no inciden tanto en el sistema educativo sino que este recae en manos
de quien realmente sabe y de expertos en materia educativa que van guiando los
sucesos que ocurren para hacer frente a los problemas educativos. Aprovechamos
para resaltar la figura del pedagogo, el único realmente capacitado y formado
para actuar y tomar decisiones con
respecto a la educación. Todo lo contrario a lo que actualmente ocurre en
nuestro país, en el cual la persona encargada de lo citado anteriormente fue elegida
a dedo por el actual presidente del gobierno.
La cuestión es ¿qué transformaciones son necesarias en el
nivel de las prácticas y de los sistemas educativos para conseguir que todo el
alumnado y, sobre todo, el que pertenece
a grupos sociales y culturales más vulnerables, obtenga los máximos resultados?
La principal
transformación que se tiene que realizar es la hacer una ley educativa acorde
al contexto en el que se sitúa España, sin copiar las leyes educativas que
existen en otros países y que la ley educativa siga en el tiempo sin ser
radicalmente cambiada cada 4 años.
Uno de los datos que
más pueden llamar la atención es la diferencia entre hombre y mujeres en cuanto
a al fracaso escolar que existe en España. En mujeres hay un menor grado de
fracaso escolar que en los hombres, aunque el grado de fracaso escolar se ha
mantenido en el tiempo. Esto puede ser significativo si no fuera por el hecho
de que los datos que se dan son solo datos cuantitativos que ofrecen números, y
no se hace ninguna referencia a datos cualitativos para completar un informe
que pueda ser más esclarecedor.
Para concluir, podemos
decir que para acabar con la situación de fracaso escolar, desde nuestro punto
de vista es necesario dedicar más esfuerzos para apoyar la adquisición de
competencias clave por parte de los alumnos en riesgo de sufrir fracaso
escolar. Es preciso generalizar los actuales esfuerzos destinados a aportar financiación adicional
para los estudiantes desfavorecidos, prestar apoyo a las necesidades de
educación específica en contextos de inclusión o aplicar medidas orientadas a
evitar el abandono escolar prematuro. Es motivo de gran preocupación el
creciente número de personas con bajo nivel de capacidad de lectura. Es
necesario adoptar, a escala nacional y europea, medidas globales que abarquen
todos los niveles de enseñanza, desde la escuela maternal a la formación
profesional y la enseñanza de adultos.
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